El año pasado, nuestros niños y niñas repasaban el mundo entero con sus dedos dejando su huella por la paz y este año les hemos pedido nuevamente el gesto de acercar la paz a sus manos, para tomar consciencia de que la tienen a su alcance, siempre.
Porque la paz empieza en nosotros mismos
y la extendemos allá adonde miremos con ojos de paz,
con sonrisas de paz,
con manos tendidas de paz...
Gracias, familias, por participar con nosotros en la elaboración de este mural simbólico por este día tan importante para todas las escuelas del mundo, porque nuestro día a día va también de la mano de una convivencia pacífica y es donde nuestros niños empiezan a aprender, a través de la resolución de los primeros pequeños conflictos de su vida, el camino hacia la paz.
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